En el mundo empresarial existen diferentes tipos de viajeros, en función de las necesidades de la compañía, y no es raro que en una misma organización convivan diferentes tipologías. Por un lado, están los viajeros internacionales de corta duración, que suelen permanecer en el destino hasta un año y medio. También encontramos los asignados internacionales de larga duración, que prolongan su estancia en el extranjero hasta cinco años.
En la búsqueda de alternativas que se adapten mejor a las preferencias de los empleados y que permitan dar una respuesta eficaz a cada área de negocio, las organizaciones también apuestan por los Commuters, también llamados viajeros pendulares. Son los profesionales que trabajan en el país de destino, pero tienen viajes frecuentes al país de origen, manteniéndose en esta posición según las necesidades de la empresa y el propio deseo del trabajador.
Por su parte, los Frequent Flyers o Business Travelers son empleados que no cambian de centro de trabajo, pero que viajan de forma frecuente a otros países para ocuparse de las responsabilidades internacionales de la empresa o para controlar proyectos técnicos.
Por último, a raíz de la pandemia se ha afianzado la figura los viajeros virtuales, que trabajan por objetivos para la organización que los ha contratado desde cualquier punto del planeta, sin necesidad de desplazamiento.
Asignados internacionales de larga duración
Las ventajas de los viajeros internacionales de larga duración es que pueden asentarse y echar raíces en su destino, encarando relaciones más profundas y duraderas, tanto a nivel personal como profesional.
Aunque necesitan una mayor adaptación inicial al entorno local, adquieren mayores habilidades culturales y lingüísticas, con la seguridad de no tener que afrontar un nuevo cambio inmediato tras la adaptación inicial.
Para la empresa, un viajero internacional de larga duración supone la seguridad de afrontar proyectos a largo plazo y adquirir información precisa y detallada sobre el mercado local para tomar las mejores decisiones en sus estrategias de negocio.
En cuanto a las desventajas, los trabajadores que se enfrentan a un viaje internacional de larga duración necesitan llevar a su familia con ellos debido a la naturaleza prolongada del viaje, lo que supone ciertas reticencias de hijos y pareja, en algunos casos, y una mayor situación de estrés inicial. Empresas como Hasenkamp pueden ayudar, a través de sus servicios, a que el periodo de adaptación inicial transcurra sin un elevado estrés.
Viajeros internacionales de corta duración
Los viajeros de corta duración son beneficiosos para las empresas que necesite enviar a trabajadores a destinos concretos para aumentar sus oportunidades de negocio y tener un mayor crecimiento empresarial. Con la presencia en el país de destino, la compañía puede obtener información valiosa que le permita una mayor ventaja competitiva.
Para el trabajador, un viaje internacional de corta duración le supone la oportunidad de explorar diferentes lugares y culturas, lo que puede convertirse en una experiencia enriquecedora a nivel personal.
Por el contrario, puede suponer una desventaja de tener que alcanzar metas en un periodo de tiempo concreto, y a veces supone desequilibrios entre el trabajo y la vida personal, ya que en ocasiones la familia del viajero internacional de corta duración continúa en el país de origen.
Commuters o viajeros pendulares
Los Commuters o viajeros pendulares son una opción para las empresas que no se plantean el envío permanente de viajeros al destino de su interés, y una solución para trabajadores que no ven viables asignaciones a corto o largo plazo. Es una fórmula que permite a los departamentos de gestión una mayor agilidad y una contención de costes.
Este modelo ofrece flexibilidad, dinamismo y agilidad, pero también requiere de cierta coordinación y un mayor esfuerzo por los departamentos de Recursos Humanos para asegurar el cumplimiento legal.
Para el trabajador, supone la posibilidad de una mayor facilidad de conciliación familiar, pero también es una mayor fuente de estrés y fatiga. A ello hay que añadirle que muchas empresas rechazan esta fórmula de trabajo por no ser compatible con su política de gestión sostenible.
Viajeros virtuales
Los viajeros virtuales son los que trabajan desde cualquier destino, sin necesidad de desplazamiento por cuestiones laborales. La gran ventaja de esta fórmula es que el viajero virtual puede trabajar desde cualquier lugar del mundo, siempre y cuando se tenga acceso a una conexión a Internet. Esto puede ser beneficioso tanto para la empresa como para el empleado, ya que permite una mayor flexibilidad.
Los viajeros virtuales permiten la atracción y fidelización de talento, y pueden ahorrar a la empresa dinero en viajes y alojamiento, y otros gastos relacionados con los viajes de negocios. Esto permite a las compañías reducir los costos operativos y, al mismo tiempo, aumentar la eficiencia y la productividad de sus empleados.
Por otro lado, los trabajadores virtuales pueden disfrutar de una mayor calidad de vida al no tener que desplazarse y poder trabajar en un ambiente más cómodo y familiar, equilibrando mejor su vida laboral y personal, lo que puede aumentar su motivación y, por tanto, su rendimiento.
Tendencias actuales
Según el último “Estudio sobre el Futuro del Talento y la Movilidad Global” de Hasenkamp, tres de cada cuatro empresas consultadas optan por los viajes internacionales de larga duración, frente al casi 68% que tiene en la organización viajes de corta duración. Además, los viajeros frecuentes son contemplados por el 64% de las organizaciones.
Los commuters internacionales son una fórmula de movilidad empleada para el 7% de las compañías encuestadas, mientras que la asignación virtual solo por el 3%. Se da la circunstancia de que en 2022 la figura del asignado internacional disminuyó respecto al año anterior por la reanudación de los viajes y procesos migratorios tras la pandemia. Por su parte, el volumen de asignados de corta y larga duración, y la figura de los viajeros frecuentes se mantiene estable.
