La pandemia trajo consigo un desapego de la oficina física y una puesta en valor de la conciliación entre vida laboral y personal. Una tendencia, que con el paso de los meses ha terminado de consolidar el teletrabajo, y que hoy va un paso más allá. Si puedo desempeñar mi trabajo con un ordenador y una buena conexión a Internet, ¿por qué no hacerlo desde cualquier lugar del mundo?
Nace así el concepto de nómada digital: jóvenes que, sin cargas familiares ni vivienda fija, deciden trabajar en remoto desde cualquier lugar del mundo, cambiando frecuentemente de lugar de residencia, y compaginando un trabajo cualificado con actividades de ocio en el destino elegido.
Y con este nuevo tipo de trabajador, surge también la urgencia de muchos países por ofrecer a los llamados nómadas digitales las mejores condiciones para que desempeñen su función profesional dentro de sus fronteras. Una oportunidad única para atraer talento internacional e inyectar capital extranjero a la economía local.
Nuevo visado digital para nómadas digitales
El pasado 6 de julio se publicaba el Anteproyecto de Ley de Startups, de inminente aprobación. Con esta normativa se trataba de crear un marco favorable a la creación e impulso de empresas de base tecnológica y la atracción de talento extranjero con la creación de un visado para nómadas digitales.
El nuevo visado digital se concederá a profesionales que desempeñen su labor para empresas extranjeras mediante el uso exclusivo de medios y sistemas informáticos, telemáticos y de telecomunicación. Con este visado, los trabajadores salen de un limbo legal y podrán quedarse hasta cinco años en España, siempre que más del 80% de sus ingresos provenga de empresas extranjeras.
El hecho de que el trabajador extranjero pueda quedarse por una larga estancia en nuestro país implica que se sentirá más arraigado e integrado con la población local. Esta circunstancia, previsiblemente, contribuirá a aumentar el gasto diario y la búsqueda de viviendas con unas condiciones económicas más favorables, lo que dejaría de elevar los precios de alquiler de las localidades que tradicionalmente acogen a estos profesionales.
Por otra parte, entre las ventajas de este visado para los extranjeros que elijan España para realizar su función profesional se encuentra el hecho de que los nómadas digitales van a disfrutar de una reducción del 24% al 15% en su tipo impositivo durante los cuatro primeros años.
Qué puede ofrecer España a los nómadas digitales
De igual manera que con la pandemia hubo muchos profesionales que abandonaron las grandes ciudades para instalarse en el campo, con la nueva era digital en la época post Covid son muchos los jóvenes cualificados que buscan otros países donde trabajar y disfrutar a partes iguales.
España puedo ofrecer una gran cantidad de alicientes a los nómadas digitales, más allá de las condiciones ventajosas del nuevo visado digital. En general, lo que más valoran estos trabajadores es que el lugar donde van a es un buen clima, una excelente conexión a Internet y atractivas posibilidades de ocio. Además, los nómadas digitales valoran positivamente disponer de espacios de coworking o amplios cafés para desarrollar su trabajo.
Estar bien comunicado por avión con otros destinos europeos, que sea un lugar seguro, especialmente para la mujer, y respetuoso con la comunidad LGTBI+ también son las condiciones que requieren muchos de estos trabajadores.
Todas estas condiciones las pueden ofrecer numerosas localidades españolas, aunque hasta el momento los destinos preferidos por los nómadas digitales se encuentran en Canarias, Baleares, Málaga, Sevilla y Granada, además de Madrid y Barcelona, y cada vez más el norte de España, con Bilbao y San Sebastián a la cabeza.
Otros países con visados digitales
La carrera de los países por conseguir llamar la atención de los nómadas digitales ya ha comenzado. En general, los visados digitales tienen varios puntos en común, como que se ofrecen a personas mayores de edad, permiten quedarse en el país más tiempo que un visado de turista, y que ofrecen importantes beneficios fiscales a los profesionales. Algunos países pueden solicitar al interesado contar con unos ingresos mínimos y un seguro de salud.
Lo más habitual es ofrecer una estancia renovable de uno o dos años, aunque hay países como Indonesia, y próximamente España, que permiten quedarse más tiempo. La política de renovación depende de cada país, así como como el coste del visado digital, que puede oscilar entre los 50 euros que cuesta en Indonesia y los 2.000 euros que se solicitan en Barbados.
Cerca de una treintena de países ofrecen visados para nómadas digitales. Portugal es uno de los últimos países que han implantado un visado para estos profesionales, que deben cobrar al menos cuatro veces el sueldo mínimo del país para poder solicitarlo. Italia, por su parte, también está haciendo grandes esfuerzos por atraer a este talento internacional. Para ello, ha realizado grandes inversiones en telecomunicaciones, transporte y mejora de las infraestructuras de diferentes localidades.
Entre los países favoritos para trabajar en remoto destacan Barbados, Noruega, Tailandia, Malta, Croacia, Islandia, Grecia, Bermudas o Costa Rica, cada uno de ellos por diferentes motivos. Con el visado digital que lanzará España próximamente, se espera que muchos de los profesionales elijan las localidades españolas para trabajar en remoto.
Comenzar con buen pie
Ante la posibilidad de asentarse en España hasta cinco años, las labores de búsqueda de vivienda se prevé que sean más exhaustivas por parte de los nómadas digitales. Además, estos trabajadores también podrían necesitar de otros servicios relacionados con inmigración, asesoría o mudanza.
Solicitar ayuda externa a una organización como Hasenkamp ofrece la garantía de conseguir una rápida adaptación al destino y comenzar a trabajar de inmediato, sin hacer frente a las dificultades que supone un cambio de residencia. De igual manera, estos servicios también se ofrecen a nómadas digitales españoles con inquietud por trabajar desde otro país que ofrezca condiciones ventajosas. Comenzar con buen pie es la mejor manera de empezar una nueva etapa.
