El contexto internacional marcado por la incertidumbre y un incremento de la inflación, pero lejos de frenar a las empresas a la hora de atraer y retener talento, ha impulsado las tendencias que están marcando las estrategias globales de las compañías.
La pandemia, y la posterior situación económica mundial, ha hecho que muchas empresas redefinan sus planes de transformación para atraer y retener talento, en busca de las mejores estrategias orientadas a la forma de trabajar, la gestión de los empleados y el propio rediseño de las organizaciones.
Aunque las prioridades de los departamentos de Recursos Humanos en la gestión del talento pueden variar en función de la localización de las organizaciones, lo cierto es que en los últimos años se mantiene como prioridad la mejora de la excelencia de los empleados enfocada a la atracción y retención de talento.
Los grandes desafíos en estos momentos pasan por el reajuste de las prioridades, la búsqueda del bienestar de los trabajadores, el trabajo colaborativo, la promoción de la empleabilidad y combatir los síntomas de agotamiento que sufren las plantillas. Estos son algunos de los retos a los que se enfrentan las empresas españolas:
Reajuste de las prioridades
A la hora de retener talento, la reputación de la marca pasa a ser uno de los aspectos más destacados. Nueve de cada diez compañías españolas apuntan su compromiso de ofrecer un salario digno a sus empleados, acorde con su valía, y un 70% han incorporado el trabajo en remoto en un intento de atraer talento.
El bienestar del empleado
Las compañías españolas hablan abiertamente de mantener un firme compromiso con el trabajador a la hora de lograr su bienestar. Para atraer y retener talento, y especialmente tras la pandemia, ocho de cada diez organizaciones afirman ofrecer ayuda orientada a la salud mental de sus profesionales. En este sentido, alinear beneficios con cultura de empresa y mejorar la comunicación empleado/compañía son algunos de los desafíos que afrontan las organizaciones.
Colaboraciones de trabajo
El trabajo colaborativo entre diferentes compañías es una de las fórmulas empleadas en aquellas áreas en las que se da una escasez manifiesta de talento. Siete de cada diez empresas reconocen haber reestablecido colaboraciones de trabajo en los últimos meses. Unas medidas que se unen a la creación de plantillas inclusivas y equitativas, y a la búsqueda de soluciones de trabajo efectivas y cómodas para los empleados.
Contra el agotamiento laboral
Al igual que ocurre con la población general, la pérdida de motivación y energía se ha convertido en una de las lacras que están sufriendo actualmente las organizaciones. Muchos de los profesionales afirman sentirse agotados en su día a día. Para lograr impulsar la energía de la plantilla, las empresas se encuentran en la búsqueda de nuevas formas que permitan mantener trabajadores contentos en sus puestos de trabajo y alineados con los objetivos de la compañía. En este sentido, un 87% señala que han comenzado a tomar medidas para impulsar la energía de la plantilla, sin olvidar que el salario emocional es una de las maneras más directas de atraer y retener talento.
Promoción de la empleabilidad
Con el fin de satisfacer las necesidades presentes y futuras de talento, las compañías españolas promueven la empleabilidad, combinando planes estratégicos de personal y planes de negocio.
Las organizaciones han comprendido que el desarrollo del talento pasa por una oferta de incentivos interesante para los trabajadores. En este sentido, ocho de cada diez empresas apuntan la necesidad de ofrecer oportunidades de aprendizaje personalizadas, apoyadas en los intereses de cada trabajador. Un aprendizaje a lo largo de la vida que lejos de considerarse un privilegio, se entiende como un derecho y una aspiración personal del trabajador.
Claves del éxito
Las claves del éxito que se incluyen en los planes de transformación para atraer y retener talento pasan, en estos momentos, por un impulso en nuevas fórmulas de trabajo que generen comodidad en el trabajador, un rediseño de las organizaciones en función de las necesidades actuales del mercado, y la gestión de la desmotivación y el cansancio de los empleados, que ha comenzado a cronificarse. Retos que las organizaciones ya no contemplan acometer a medio plazo, sino que están comenzando a afrontar en su día a día.
