Pros y contras asignación internacional

En un mundo cada vez más globalizado, las empresas apuestan por la asignación internacional para expandirse en el extranjero, y aprovechan la oportunidad para atraer y fidelizar talento. Encontrar al profesional adecuado para una asignación internacional supone todo un reto, y realizar la mejor elección es la garantía de que tanto la organización como el profesional se verán beneficiados. 

La selección del candidato es de suma importancia, ya que la propuesta de una asignación internacional no siempre es acogida de igual manera por el empleado. Aunque hay muchas personas para las que puede suponer una experiencia profesional emocionante y gratificante, otras presentan dudas acerca de si puede suponer un parón en su carrera o un riesgo en su vida personal. 

Antes de aceptar una asignación internacional conviene tener presentes sus ventajas e inconvenientes, con el fin de decidir si merece la pena vivir una experiencia que, indudablemente, supone todo un reto para el profesional.

 

Ventajas de una asignación internacional 

Entre las ventajas de una asignación internacional para el empleado se encuentra la posibilidad de conseguir un mejor salario y mejorar el currículum, lo que supone una ventaja competitiva cuando se regresa al país de origen. Desde una perspectiva profesional, contar con una experiencia de este tipo puede suponer ampliar el abanico de oportunidades laborales en un futuro.

La persona que trabaja en el extranjero tiene más oportunidades de establecer interesantes contactos, experimentar diferentes formas de hacer negocios y potenciar habilidades como el trabajo en equipo. La remuneración económica, en estos casos, es un aliciente más a la hora de vivir la experiencia, aunque no el único.

Una asignación en el extranjero mejora cualquier carrera y permite explorar la manera de trabajar en otros países, además de afianzar otro idioma. A nivel personal, se trata de una ocasión única para explorar mundo y experimentar una nueva cultura, lo que resulta especialmente interesante para perfiles jóvenes, que no tienen cargas familiares. 

En cualquier caso, incluso las personas que cuentan con pareja e hijos pueden plantearse vivir una temporada en el extranjero a través de un traslado familiar si la compañía ofrece esta opción. En estos casos, la empresa suele hacerse cargo de la situación, añadiendo al contrato ventajas añadidas enfocadas a que la familia se sienta cómoda, desde la búsqueda de la vivienda familiar a la opción de pago de colegios u orientación personalizada a la llegada al destino. 

En estos casos, Hasenkamp, como empresa especializada en Relocation, puede contribuir a ayudar al cliente con paquetes a medida según las características de cada familia, como servicios de orientación, búsqueda de vivienda o colegio, servicio de adaptación, entre otros.  

 

Inconvenientes de una asignación internacional

Por el contrario, hay muchas personas en las que, a la hora de poner en una balanza las ventajas e inconvenientes de la asignación internacional, se dan cuenta de que no están en el momento más adecuado para aceptarla. Pueden influir diferentes causas, pero normalmente es la situación personal la que hace que el trabajador rechace la propuesta de viajar al extranjero que le ofrece su empresa. 

Uno de los problemas que se suelen encontrar los protagonistas de una asignación internacional es la sensación de soledad, la nostalgia del país de origen o el choque cultural. Estos motivos, puramente emocionales, obligan a la empresa a realizar una rigurosa selección del candidato, que permita tener la garantía de que el profesional elegido podrá dominar la situación en el caso de aceptar la propuesta. 

Hay personas que consideran que la asignación internacional puede suponer un parón en la progresión profesional que tienen planificada, mientras que otras pueden verse intimidadas por las barreras culturales y lingüísticas.

Pero, en general, el principal motivo que lleva a un gran número de trabajadores a no aceptar la propuesta de una asignación internacional son las reticencias familiares a un cambio del país de residencia. Las parejas y los hijos de los profesionales, directamente afectados por la situación, pueden no estar convencidos de que sea el momento de emprender un reto de esta envergadura. En algunas ocasiones, las compañías vencen estas reticencias iniciales facilitando un viaje al país del destino que sirva como valoración previa antes de dar una respuesta.

Independientemente de las valoraciones personales de cada trabajador, el aumento de la movilidad global, incrementada tras la pandemia, empuja a que muchos trabajadores deseen ese sello en el pasaporte que implica un interesante reto a asumir, tanto desde el punto de vista profesional como personal. Una oportunidad de crecimiento en su carrera y la aportación de valor en el currículum, motivos suficientes para que la mayoría de los trabajadores seleccionados por la empresa se animen a dar el paso. 

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