La Movilidad Internacional es cada vez más frecuente en el mundo empresarial como consecuencia de la globalización y la fidelización del talento. Para que tenga éxito, hay que saber gestionar la política de desplazamientos de una forma medida, con tiempo, recursos y rigurosidad. De esta manera, la compañía conseguirá que el proceso de adaptación del empleado a su nuevo destino no se dilate en el tiempo y no se resienta la productividad.
La correcta gestión de la movilidad internacional
En un desplazamiento internacional intervienen multitud de factores. Analizar todos ellos desde una perspectiva global, con la coordinación de las áreas implicadas, es fundamental para alcanzar el éxito de la movilidad internacional. Entre otros aspectos, habrá que tener en cuenta los siguientes:
Facilitar el desplazamiento al empleado
Lo primero que debe hacer una empresa es facilitar el desplazamiento y la incorporación del empleado a su nuevo destino. Para ello, establecerá un plan apoyado en la comunicación, la transparencia y la empatía, colocando al profesional en el centro de cualquier decisión.
Trazar un plan de orientación
El trabajador que se va a desplazar debe sentir que su empresa le arropa. Para ello será necesario que se le ofrezca la información necesaria y fundamental sobre el nuevo destino, así como acerca de las labores que tendrá que asumir en su nuevo puesto.
Concretar los aspectos
Cuanto más concretos sean los aspectos relacionados con la Movilidad Internacional del empleado mejor será la adaptación. Hay que tener establecidas con suficiente antelación la fecha de llegada del profesional y la entrada a su puesto de trabajo, con el fin de que el trabajador pueda ocuparse con tiempo de todos los aspectos relacionados con su desplazamiento.
Proporcionar información
Es necesario hacer llegar a quien se ocupará de atender al trabajador en sus primeros días todo lo que pueda serle de interés, desde su currículum hasta los datos más significativos acerca de su familia y/o sus circunstancias personales, con una breve explicación de los motivos por los cuales se produce su traslado.
De igual manera, el profesional que se va a desplazar debe recibir información sobre sus compañeros o superiores, que incorpore todos los datos de interés, como nombres, cargos y responsabilidades, en un dossier puede serle de mucha utilidad a su llegada al destino.
Por otra parte, el trabajador desplazado agradecerá la entrega de información sobre los aspectos más importantes del destino, como costumbres locales, trámites burocráticos o vivienda, entre otros aspectos.
Respaldo e impulso
Ayudar a potenciar las habilidades necesarias en el nuevo destino resulta una labor importante para conseguir los fines que motivaron el desplazamiento. Para ello, nada mejor que reforzar el conocimiento del idioma en el destino y ofrecer al profesional la formación necesaria para que la integración en su nuevo país y en el nuevo puesto de trabajo se produzca según lo planificado por la compañía.
Mantener alta su motivación
Al igual que es fundamental que el profesional se sienta implicado, también resulta clave que se sienta motivado durante el tiempo de espera hasta su salida hacia el nuevo destino. Esto se consigue a través de una ayuda sin quiebras de confianza. La compañía debe arropar su incorporación al nuevo puesto de trabajo, al tiempo que facilita al profesional cualquier cuestión relacionada con su desplazamiento.
Coordinación entre departamentos
La coordinación entre las distintas áreas implicadas en la Movilidad Internacional resulta imprescindible para que tenga éxito. Muchas de las labores las puede asumir el departamento de Recursos Humanos. En otras ocasiones, las empresas se plantean delegar en empresas especialistas en Movilidad Internacional como Hasenkam, que ofrece paquetes a medida de las necesidades de cada trabajador o familia, lo que puede englobar desde servicios de orientación o adaptación, a la búsqueda de vivienda o colegio, entre otros servicios.
Jerarquías establecidas
Al diversificar las localizaciones, la estructura organizativa puede resentirse. Para ello, hay que gestionar por separado las funciones de cada destino, con el fin de evitar las duplicidades y reforzar la unidad de la empresa.
Agenda de los primeros días
Coordinar una primera agenda en el destino puede ser de gran utilidad para el trabajador, que debe recibir con la suficiente antelación un timing de lo que será su primer día en la compañía, con visita de las instalaciones y presentación de superiores o empleados a su cargo.
De igual manera, conviene establecer ciertas labores de acompañamiento al trabajador en los primeros días en el nuevo destino, que pueden englobar desde visitas para conocer la ciudad a los trámites necesarios para asentarse en el país. Una empresa especializada como Hasenkamp puede hacer que todas estas gestiones sean fluidas, ayudando al profesional desplazado a tomar las mejores decisiones con respecto a su estancia, tanto si viaja solo como si lo hace acompañado de su familia.
Potenciar un feedback continuo
Conocer si el nuevo puesto y el nuevo destino cumple las expectativas del empleado, o si, por el contrario, su estado emocional o autoconfianza no atraviesan un buen momento, resulta fundamental para poder solucionar los problemas que hayan podido surgir cuanto antes. Una labor de mentoring o coaching enfocada a su integración a lugar de trabajo y el entorno puede resultar de gran ayuda.
Reconocimiento al trabajador
Mimar el talento internacional es clave para que la organización siga desarrollándose y prosperando. Pero para premiar la calidad en el trabajo, especialmente en profesionales desplazados, es importante medir el rendimiento.
En general, se considera que una correcta gestión de la Movilidad Internacional implica crear un entorno inclusivo, proporcionar al trabajador el apoyo humano idóneo y capacitarle para la nueva realidad empresarial que está a punto de comenzar.
