Las empresas valoran qué empleado es el más adecuado para una asignación internacional y una vez decidido, la decisión de marcharse al extranjero o rechazar la oferta recae en el trabajador.
Cuando una empresa propone una asignación internacional a un empleado ha llevado a cabo un proceso de valoración previo en el que se ha considerado si el profesional es la persona adecuada para afrontar un reto profesional de estas características, si resultará positivo para la organización, los pros y los contras de su marcha, y la situación personal del profesional.
El empleado, por su parte, cuando recibe la noticia de la posibilidad de trabajar en el extranjero tiene que valorar una serie de circunstancias, que finalmente le harán decantarse por la opción de aceptar la movilidad internacional o rechazar la oportunidad.
Una asignación internacional es un reto, tanto a nivel personal como profesional, y aunque sin duda supone un impulso a la carrera del empleado, existen motivos por los que determinados trabajadores pueden considerar que no es el momento de llevarlo a cabo. Lo más importante es realizar una reflexión profunda sobre los pros y los contras para tomar una decisión informada. Estos son algunos de los aspectos a tener en cuenta para hacer una valoración realista de la situación:
Metas personales y profesionales
Antes de aceptar una asignación internacional es fundamental tomarse un tiempo para reflexionar acerca de los objetivos personales y profesionales que supone. Esta valoración tendría que contestar preguntas como qué se espera lograr con esta experiencia o cuáles son las metas del trabajador a corto y largo plazo. Además, conviene evaluar cómo encaja la oportunidad en los objetivos marcados a nivel profesional.
Investigación sobre el destino
Otro aspecto a tener en cuenta es la ciudad a la que se va a enviar al trabajador. Para poder formarse una idea realista conviene realizar una investigación rigurosa del destino, y no quedarse en ideas preconcebidas o estereotipos. Esto incluye un análisis del idioma, costumbres, situación política y económica, y las condiciones de vida y trabajo. Además, resulta muy útil investigar las condiciones de seguridad en el lugar de destino antes de tomar una decisión.
Apoyo de la empresa
El trabajador debe asegurarse que su organización le ofrecerá un sólido y decidido apoyo en todas las cuestiones relacionadas con la asignación internacional. Esto incluye la gestión de visas y permisos de trabajo, seguros de salud y asistencia en la búsqueda de vivienda. En estos casos resulta clave el apoyo de una empresa especializadas en relocation, como Hasenkamp. También es importante discutir las mejoras salariales en la asignación internacional y los beneficios profesionales que el trabajador va a obtener en esta etapa.
Impacto en la vida personal y familiar
Una asignación internacional puede tener un impacto significativo en la vida personal del trabajador y también en la de su familia, en caso de que le acompañe al nuevo destino. Hay que considerar, por tanto, cómo podría afectar a la pareja y a los hijos, si los hubiera, y asegurarse de que están dispuestos y preparados para vivir la experiencia.
Desarrollo de habilidades
La asignación internacional es una magnífica oportunidad para el desarrollo de habilidades interculturales y de liderazgo, lo que podría ser un valor añadido en la carrera del trabajador, pero para ello hay que estar seguro de querer aprovechar al máximo esta oportunidad, que permitiría aprender nuevas perspectivas y enfoques de trabajo. La movilidad internacional fortalece la capacidad de adaptación del trabajador y la inmersión en contextos internacionales, lo que sin duda se convertirá en un aspecto a colocar en la lista de ventajas de una experiencia de este tipo.
Planificación del regreso
Otro aspecto que considerar por parte del empleado es cómo será la estrategia de regreso a su país de origen una vez que concluya la asignación internacional y conocer si la organización tiene un plan claro para este momento o qué oportunidades de carrera existen tras el regreso al país de origen. Es importante que el empleado tenga una visión a largo plazo y se asegure de que su experiencia internacional sea un trampolín para futuros éxitos.
Evaluación de riesgos y beneficios
El trabajador debe evaluar detenidamente los riesgos y beneficios de la asignación internacional, considerando qué podría ganar y perder, tanto a nivel personal como profesional. Ayudará a ponerlo por escrito, enfrentando los pros y los contras, asegurándose de tomar en cuenta factores como la estabilidad económica y política del país de destino, las condiciones de seguridad o las oportunidades de crecimiento profesional, lo que le permitirá realizar un análisis coste-beneficio completo.
Una asignación internacional puede suponer un antes y un después no solo en la carrera profesional, sino también la vida de una persona. Antes de aceptar el reto conviene hacer una evaluación previa y, a ser posible, planificar detenidamente la estancia en el país antes incluso de abandonar el país de origen. Estar seguro del paso a realizar y estar preparado mentalmente ante los cambios que hay que afrontar es el primer paso para el éxito.
