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Una asignación internacional en la que se traslada toda la familia puede ser una experiencia enriquecedora, pero también presenta muchos retos que hay que tener en cuenta para que sea un éxito. 

Es cierto que los niños, en general, suelen adaptarse muy bien a situaciones nuevas y a un contexto cultural diferente, pero la experiencia indica que es un proceso que exige una supervisión detallada y continua, desde la preparación del viaje a la llegada al extranjero. Una buena organización puede ser la clave para garantizar que la asignación internacional resulte una experiencia positiva y gratificante para toda la familia. Estos son algunos de los aspectos a tener en cuenta:

 

Investigación y reflexión

Antes de que se produzca la asignación internacional es necesaria una fase de investigación sobre la cultura y el sistema educativo local, para poder hacer una valoración previa. También será necesario tener en cuenta la seguridad, y las opciones escolares y de ocio existentes en el nuevo destino.

Esta investigación no solo sirve para sumergirse en las normas sociales, costumbres e idiosincrasia del nuevo destino, sino también para reflexionar acerca de si la experiencia será positiva para nuestros hijos. Para ello, habrá que tener en cuenta aspectos como el carácter del niño, su edad, su habilidad para relacionarse o el año escolar en el que se encuentra. 

 

Escolarización y educación

Más allá de seleccionar una escuela adecuada, es esencial establecer una red de apoyo educativo para los hijos, incluso antes de partir al nuevo destino. Si hemos localizado el centro que nos interesa a través de visitas virtuales y las conversaciones oportunas con la directiva del centro, la planificación debería incluir la próxima participación en actividades extracurriculares, programas de intercambio cultural y tutorías, lo que contribuirá no solo al éxito académico, sino también al desarrollo personal de los niños en su nuevo entorno.

 

Atención a la salud

La atención médica que recibirán nuestros hijos durante la asignación internacional implica conocer la ubicación de hospitales y clínicas de atención primaria. Pero antes de esto tendremos que asegurarnos de entender el sistema de atención médica local y cómo acceder a él de la manera más eficiente. Contar con un seguro privado, que normalmente ofrece la empresa, puede ser, en algunos casos, una opción a valorar. 

 

Desarrollo social y cultural

Antes de llegar al destino, y para fomentar una rápida integración cultural, sería conveniente que sus hijos tuvieran un acercamiento al nuevo país sin necesidad de salir de su ciudad. Para ello se pueden explorar museos o visitar exposiciones. También se puede asistir a actividades que les proporcionen una comprensión más profunda de la riqueza cultural que se van a encontrar. Todo ello facilitará que, una vez que se llegue al destino, los niños tengan más fácil una rápida integración en la vida social. 

 

Apoyo emocional

Proporcionar apoyo emocional a los hijos es fundamental para que la asignación internacional fluya correctamente y tenga éxito. Dado que la adaptación emocional es un proceso continuo y no lineal, hay que fomentar un espacio abierto y un ambiente comprensivo para que los niños puedan mostrar abiertamente sus emociones y sus preocupaciones. 

Además, una vez en el destino hay que mantener la conexión familiar y animar a los hijos a que sigan manteniendo el contacto con sus amigos a través de videollamadas. Muchas personas piensan que así se sentirán más tristes, pero lo cierto es que mantener sus orígenes puede significar un apoyo muy importante especialmente durante los primeros momentos, de claro ajuste emocional.

 

Seguridad y protección

Otro de los aspectos que hay que tener en cuenta en una asignación internacional en la que se traslada una familia con hijos es todo lo referente a la seguridad. Hay que asegurarse de que la zona donde está situada la vivienda y el colegio es segura, y una vez en el destino establecer una rutina en donde se prime la protección de los menores. 

Los niños deben sentirse cómodos y seguros en su nueva situación y los progenitores deben tener la tranquilidad de lo que están. Establecer normas claras de comportamiento, familiarizar a los niños con los números de emergencias locales y, en general, tener un enfoque proactivo en lo que a la seguridad se refiere, contribuirá a vivir la asignación internacional sin miedos innecesarios. 

 

Logística del viaje

La logística del viaje siempre es algo que genera estrés, tanto a los niños como a los adultos. Para ello hay que planificar con tiempo todos los pasos necesarios, desde la gestión de documentos y la constatación de que todo lo necesario -como pasaportes y visados- está en orden, a la mudanza en sí. En este sentido, una empresa como Hasenkamp, especializada en asignaciones internacionales, puede resultar de gran ayuda.

Además, conviene integrar al niño en algunos de los asuntos relacionados con el traslado, con funciones dependiendo de su edad. Un gesto tan sencillo como dejarle escoger los juguetes o libros que se llevará, permitir que elija el color de su nueva habitación o que proponga los primeros planes en familia en el nuevo destino hará que se sienta valorado y parte integrante de la aventura familiar que está a punto de empezar.

 

Vínculo con la cultura local y de origen

Lo más adecuado, al menos en los primeros momentos, es proponer al niño la integración en la cultura local sin perder de vista la suya propia, lo que le ofrecerá sensación de permanencia y arraigo. Lo ideal sería participar en las fiestas o tradiciones del nuevo destino, sin dejar de celebrar las del país de origen. Lo mismo debería ocurrir  con otros aspectos, como la música o la gastronomía local y original.

 

Evaluación continua de la adaptación

La adaptación a la nueva situación derivada de la asignación internacional es un proceso dinámico y dilatado en el tiempo. Hay que ir vigilando regularmente cómo se sienten los hijos, evaluando cómo la familia se está adaptando a las nuevas situaciones y ajustando las estrategias según sea necesario. En este sentido, conviene estar abierto a nuevas experiencias y, cuando sea posible, involucrar a los niños en la toma de las decisiones familiares para fortalecer su sentido de pertenencia y responsabilidad.

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